Agustín Almendra jugó como un hincha de Racing más y le cerró la Boca a varios. Dejó mudo a todo un estadio que tampoco hizo demasiado ruido durante los 90 minutos. Las energías, parece, las gastaron en tirar guirnaldas de a uno, como si fueran unos primerizos en esto del recibimiento. Lo cierto es que el volante de la Academia tuvo su partido, el que quería y el que esperaba. Jugó para él, para sus compañeros, para el cuerpo técnico pero también para todos los que estaban del otro lado. Dirigentes e hinchas que le dieron la espalda y con los que incluso ahora esta en medio de un conflicto legal.

Más allá de las cuestiones de hace tiempo y que suceden fuera del campo de juego, él habló dentro del capo de juego. Se hizo cargo en muchos momentos del partido de lo que era necesario. Estuvo presente con la pelota y fue importante en lo que fue el mejor momento de la Academia. Porque sabido es que cuando Almendra está bien, Racing va a estar bien.
Esas cosas siempre van juntas. El fútbol que el volante le da, cae a la perfección en lo que pretende Gustavo Costas. Un pasador largo y preciso, con juego directo y mucha calidad. Está claro que la parte física y de intensidad muchas veces queda en deuda, pero cuando está bien lo suple con calidad.

Este domingo lo sufrió Boca, su ex equipo. Y para Agustín claro que fue un partido especial. Silbado por la hinchada rival, incluso con cantos en contra, el respondió haciendo lo que mejor le sale: jugar al fútbol. Un pase espectacular al vacío para que Gabriel Rojas pique y llegue cómodo a tirar el centro que terminó en el gol de Maravilla. Un pase bárbaro de Fruto Seco que amagó a un lado y la tiró al otro. Jugó como un hincha porque lo sentía así. Y, como pocas veces, aguantó 80 minutos en el campo. Pero tenía resto porque se fue cantando y delirando de la Bombonera como un hincha más.
Para Almendra fue especial por él y por Racing jugar contra Boca
Tenía un partido aparte Almendra. Quería lucirse para ayudar en el triunfo de Racing y también para cerrar Bocas. Por eso el festejo alocado luego de la clasificación, la alegría en el vestuario y el abrazo con todos sus compañeros. Ni hablar de la locura en la manga camino al vestuario. Era él quien encabezaba la fiesta y cada canto. Como un hincha más que hubiera podido estar en ese estadio.

Lo cierto es que también era especial porque en las últimas semanas se lo volvió a vincular con Boca por un conflicto. Si bien se fue de ahí luego de quedar libre a mitad de 2023 luego de conflictos, todavía debe resolver cuestiones relacionadas con su ex club: la Justicia determinó que el volante deberá pagarle una suma de dinero al Xeneize por un préstamo que recibió en su momento por parte de esa entidad.
El fallo establece que el jugador debe abonarle casi 800.000 dólares al club de la Ribera por el dinero que se le prestó para que se comprara un inmueble, motivo por el cual, en su momento, se demoró su llegada a la Academia. "Hacer lugar a la demanda entablada por la Asociación Civil Club Atlético Boca Juniors contra el sr Agustín Ezequiel Almendra, a quien se condena a devolver a al parte actora la suma de dólares estadounidenses setecientos sesenta y nueve mil doscientos treinta y uno (769.231), más los intereses. indicados en los considerados y las costas del juicio, dentro de los diez días de quedar firme la presente, bajo apercibimiento de ejecución", se lee en el fallo.






