Maravilla Martínez en Racing fue protagonista de una jornada en la que dejó otra marca histórica, pero esta no con goles sino en el escritorio, por haber rubricado la cláusula de rescisión más alta que nunca antes haya existido en el fútbol argentino: tras firmar una renovación de contrato hasta fin de 2028 y con mejora salarial, el delantero expresó su satisfacción e hizo un anuncio.
"La verdad, estoy muy contento. Es un gran paso para mí tomar la decisión de, quizá, retirarme en este club. Sería algo muy lindo: tener la tranquilidad de saber que voy a vistiendo esta camiseta hasta los últimos años de mi carrera", manifestó el nacido en Campana en un video que publicó el sitio oficial de la Academia.
El goleador fue a poner la firma acompañado por Anabella, su esposa, y ambos posaron junto a Diego Milito en la foto que subió el club. La alegría de Martínez era evidente. Se le notaba en la cara. Y se contraponía con el disgusto del sábado, cuando Nicolás Lamolina le cobró un penal polémico por una supuesta falta suya a Facundo Bruera. El posterior remate de Rodrigo Insua, desde el unto blanco, decretó la victoria de Barracas y la furia del Cilindro contra el juez.
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Esa bronca quedó atrás para el delantero. "La verdad, no esperaba esto. Estoy muy agradecido con la gente que maneja el club -dijo- y con el hincha, que fue el que tanto me pidió e hizo lo posible para poder quedarme acá". Sentado en una butaca de la platea del Cilindro, con su mujer a pocos metros escuchándolo, la gran figura de la Academia continuó su relato. Y fue el turno de la gratitud: "Agradezco por todo el cariño que me brindan. Ojalá que podamos seguir a este nivel y tener más alegría en el club".
Horas más tarde, la mujer de Maravilla @anabelladelfina publicó una historia con una cita bíblica: Mateo 28: el camino no será fácil, pero Dios prometió: 'Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". El jugador le respondió con un recuerdo. "¡Y eso que me ibas a visitar a la cárcel! Perdimos todooo... Le creímos a Dios y ´le nos exaltó... Gracias por el aguante en las malas y en las buenas, sos parte".
La dirigencia de Racing desde hacía tiempo pretendía subirle una cláusula de 10.000.000 de dólares, un valor que era muy baja para un jugador de este relieve y capacidad goleadora. No lo había podido lograr en la anterior mejora salarial, que lo había convertido en el futbolista mejor pago del plantel. Esta vez si pudieron cumplir el objetivo, pero a cambio el delantero pidió un nuevo aumento que le concedieron: le duplicaron el sueldo. Y todos quedaron tranquilo, sobre todo luego de que Gustavo Costas perdiera a Salas: Maxi se fue a River tras ejecutar la cláusula de salida de 9.200.000 dólares. Y existía temor de que aparediera algún club para poner la plata por la vieja cláusula de salida de Maravilla.
Foto de portada: Prensa Racing.
