Gastón Martirena en Racing fue vital para lograr el pase ante River. Una vez más diciendo presente en el momento justo. Porque ahí va el uruguayo. En la última de la noche, al menos en tiempo regular. Sin darla por perdida, con una confianza tremenda (eso es lo que le sobra), huele sangre. Siente que Galarza se puede dormir y acelera el paso. Y su instinto no falla. Al jugador de River, como a casi todos, le temblaron las patitas en el Cilindro. Lo anticipa de cabeza, Maravilla Martínez mete un bombazo pero no entre, y el uruguayo vuelve en acción con un remate que saca Armani y otra vez va, a empujarla entre mil piernas para reventar el Cilindro.

Un gol que se va a ver una y mil veces, un tanto que también refleja lo que es el equipo de Gustavo Costas. Puede a veces faltarle fútbol, otras no. Pero lo que nunca le falta son huevos y actitud. Ganas para ir a cada pelota. Así lo jugó, como una verdadera final. Y lo pasó por arriba a los de Gallardo que ya están de vacaciones. Por cómo lo dominó la Academia y por el uruguayo que apareció en el momento justo. Porque ese gol fue el 3-2 del triunfo en el minuto 93. Cuando el alargue se hacía presente. Para ganarle a un rival que siempre nos complica.
Las declaraciones de Martirena que hizo el gol del triunfo de Racing con River
Sabe Martirena que este no fue un gol más en Racing. Es de esos que quedan siempre en el recuerdo y que el hincha se lo va a agradecer. Porque enfrente estaba River, porque incluso empatar hubiera sido una enorme injusticia y porque ahora sigue viva la chance de ser campeón del Torneo Clausura. pero también porque refleja muchas cosas. Para él y para todos. En lo personal no venía bien y de hecho no había tenido un buen partido.

Tuvo responsabilidad en los dos goles del rival cuando lo dio vuelta y no se mostró nada seguro. Pero su puntaje en el uno x uno cambió considerablemente porque apareció en un momento determinante con una actitud que erizó la piel. "Estoy emocionado, no se me venía dando. Esto es fútbol, no siempre uno puede rendir como uno quiere. Son desafíos que afronto, estoy muy contento por mis compañeros", arrancó diciendo. Y contó el orgullo que siente y por qué cree que pasan estas cosas: "Nosotros siempre vamos al frente. Jugando bien o mal, con poco o mucho. Por suerte me quedó a mi, estaba mi familia..."
El uruguayo pasó de villano a héroe. En una sola jugada cambió su historia. Lo lindo del fútbol. Pero también por esa intuición, por esas ganas. Por esa confianza para ir. Algo que también tiene que ver con el entrenador. "Esto es lo que transmite Gustavo: compromiso y corazón. Nos pueden criticar porque no jugamos bien, pero siempre tenemos huevos, siempre tenemos algo", aclaró con vehemencia. Y cerró con un sentimiento personal: "Me siento muy feliz. La realidad es que no entrené en toda la semana por un golpe y esto es un regalo".

Hermoso regalo para Martirena que marcó el gol del triunfo de Racing. Para dejar a River en el camino, para avanzar a los cuartos de final y para seguir soñando con los dos objetivos. Ser campeón del torneo Clausura y que eso además nos de el pase a la Copa Libertadores 2026. Jugando así todos saben que es posible.





