Racing así no se construye. Basta viejo, no se puede así. Y no le habló ni a Gustavo Costas, ni a los jugadores o a Diego Milito. A ninguno de los dirigentes. En este caso estás palabras son para vos hincha de la Acadé, también para vos periodista partidario que lees estas palabras. Hay que poner un freno. Poner también de nuestro lado. No pueden ser todo siempre plata o mierda. La vida no es blanco y negro. Hay que cortarla con este exitismo insoportable en el que todo se basa en que la pelota entre o no. No podemos ser tan autodestructivos, no sirve. No suma nada.

La eliminación de la Copa Argentina con River me duele como a vos. Más vale. Mientras escribo estas líneas me muerdo los labios de bronca. Quería estar en la semifinal, seguir con vida en otra competencia. También quería hundir a Gallardo, ver a los que eligieron darle la espalda a nuestro club de rodillas. Todo. Por eso quizá nos duele tanto perder. Era nuestra gran chance de pegarle un par de piñas a un equipo que siempre fue una piedra en el zapato. No me conformo, no soy una foca aplaudidora. Que quede claro todo esto. Sé que hay cosas que están mal y que van a seguir estando mal, de mínima, hasta fin de año.

Pero estas son las mismas cosas que siguen estando cuando ganamos. No puede ser que nos hagamos tanto daño siempre. Que el parámetro para analizar (desde el lado del periodismo partidario) o de opinar (del lado del hincha), sea siempre el mismo. Si se gana somos un equipazo, nos sobra carácter y sabemos jugar los partidos especiales.
Pero si se pierde parece que somos un asco, que no jugamos a nada y que apenas cuatro o cinco jugadores sirven. Empiezan las críticas desmedidas, las agresiones a varios jugadores. Basta, no se puede así Racing querido. Hay también que saber que en el fútbol no siempre ganas y que perder es parte de esto. Claro que hay matices e importan las formas.
Racing estuvo a la altura y fue más que River en la Copa Argentina
Hay un montón de cosas que influyen y deben ser puestas arriba de la mesa a la hora de hablar del partido de Racing con River por los cuartos de final de Copa Argentina. De mi lado, en este caso, poco para criticar. Sé que muchos de ustedes me tildarán de tibio o buscará las excusas o motivos de siempre para justificar la derrota.
Quizá sea la forma de cada uno de sacarse la bronca. Yo no creo que en este partido la Academia lo haya perdido porque jugó mal, porque careció de actitud o incluso por el hecho de no tener una ida. Tampoco creo que la derrota de ayer se explique desde la falta de recambio. Mucho menos por mentalidad o falta de ambición.

No caigamos en esa. Permitámonos pensar también que en un partido muy parejo, donde River pudo ponerse en ventaja muy rápido y de contra, pasaron cosas que pueden pasar. Racing jugó un buen primer tiempo. Tuvo cinco situaciones muy claras de gol que no pudo meter. Dos de Maravilla Martínez (el que nunca falla), otras dos de Solari y una de Zuculini. Todas claras, de cara al gol y donde no tiene nada que ver el recambio, la mentalidad o la idea de juego. Solari la metió con Vélez, esta vez le tocó fallar las dos. Ni hablar de el nueve, el mejor del continente, que no estuvo fina.
Racing estuvo a la altura en lo que es un partido de cuartos de final. Contra un buen rival como lo es River, que también tiene muchas figuras. Obvio que se podía haber hecho mejor, sin dudas que el segundo tiempo fue malo y se careció de ideas. También es real que el rival lo llevó a un terreno de pelear y jugar poco que lo favoreció.
Un partido muy chivo, donde se jugó más con el corazón que con la cabeza. Donde podés fallar poco. Una derrota dura, pero lejos de ser un problema un papelón o un desastre. Racing tuvo más situaciones de gol que su rival, mayor posesión y la postura de ser protagonista. El equipo de Gallardo buscó hacer tiempo, aguantar, defenderse y jugar de contra. También es válido.
Ser inteligentes
Seamos vivos Racing querido, no nos hagamos daño sin sentido. Entendamos que a veces toca perder. Somos muy buenos en los mano a mano, estamos acostumbrados a ganar estos partidos y lógico que duele. Pero no se puede ganar siempre y hay que saber dar vuelta la página. Saber que se estuvo a la altura y que, en este caso, la pelota no entró.
Porque chances hubo, en el primer tiempo. También hay que seguir mejorando, evolucionar y tener más variantes. No como vidrio, se que hay cosas que no están bien, pero no puede ser que ante cada derrota afloren siempre las mismas frases. "El DT no juega a nada", "el mercado de pases fue malo", "No hay recambio".

Son los mismos que aplaudiste con Vélez, los que te llevaron a la semifinal de la Copa Libertadores y los que nos van a defender hasta fin de año. Este partido de Racing con River no fue de esos para dejar en el olvido. Fue una final, se jugó como tal. Se peleó mucho y se estuvo a la altura. Faltó meterla en el primer tiempo, y otra hubiera sido la historia. A vos que bardeas a Costas y defendes a Milito, a vos que defendes a Costas y bardeas a Milito, piensen en Racing que es lo más importante. En que hay errores de los dos lados, pero también virtudes.
En que esta vez tocó perder y duele, pero que en este último tiempo ganamos y mucho. Por eso el respeto de los demás, por eso esta sensación extraña de no saber lo que es una derrota en un partido importante. Eso también los generaron todos los que están ahora. Enojate, criticá y se duro cuando pase lo que ocurrió con Unión, cuando pierdas cuatro al hilo en el Cilindro.
No cuando te toque quedar afuera con un River que se defendió 90 minutos, hizo tiempo todo el partido y festejó ganarte como si hubiera saldado el año. No todas las victorias sin iguales, tampoco las derrotas y hay que dejar el exitismo de lado y saber manejar eso. Por vos, por mi y por nuestro Racing...