La grave lesión de Elías Torres (rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha) se llevó la máxima atención en el arranque del martes, pero al menos hubo una buena noticia de cara a lo que viene: la Aprevide autorizó a que Racing lleve público al partido del sábado contra Banfield, desde las 19, en el Florencio Sola. De este modo, el organismo de seguridad revirtió la determinación que había tomado anteriormente.
"El club de Avellaneda dispondrá de 5.000 generales para la tribuna Valentín Suárez baja, y 600 plateas del sector alto de la misma tribuna", detalló Aprevide, además de comunicar: "El partido se jugará con presencia de público visitante ya que, luego del comportamiento de los hinchas de Racing en Rosario por Copa Argentina, la dirigencia del Club se comprometió a comunicar y concientizar a sus simpatizantes que hechos como esos no pueden volver a ocurrir. Y teniendo en cuenta que los encuentros que Racing viene jugando desde hace un largo tiempo de local en Avellaneda se desarrolla sin incidentes, es que se tomó la decisión".

La agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte había resuelto no permitir el ingreso de hinchas de la Academia al Lencho Sola por la mala conducta en el cruce con River, en el Gigante de Arroyito, en al derrota por 1-0 por los cuartos de final de la Copa Argentina. Encendieron bengalas que generaron mucho humo y obligaron al árbitro Hernán Mastrángelo a interrumpir el encuentro cerca de 10 minutos.
"Si bien las autoridades y la organización tenían previsto que el partido entre Banfield y la Acadé por la fecha 12 del torneo tenga la presencia de ambos públicos en el estadio, se dispuso que asistirán únicamente simpatizantes de la parcialidad local, debido al comportamiento de los hinchas de la Acadé durante el partido por Copa Argentina este último jueves en Rosario", explicó Aprevide en su momento.

Otras actitudes de hinchas de Racing, previo a la visita al Taladro
En el Gigante de Arroyito, más allá de las bengalas, los hinchas le tiraron elementos contundentes a Marcos Acuña, enardecidos cuando el Huevo hizo jueguitos cerca de ellos, antes de hacer un lateral. Le arrojaron una botella de plástico de agua y una de vidrio pequeña de fernet.
Al campeón del mundo le reprochan que haya elegido a River para regresar de Europa y no al equipo de Avellaneda, club en el que se coronó campeón en el Torneo Transición 2014. También hubo hostilidad para Maxi Salas, a quien le lanzaron una zapatilla que el propio delantero encargó de devolver a su dueño. A Maxi en la Academia no le perdonan que se haya ido a River por la cláusula de rescisión de 9.200.000 dólares y le gritaron "traidor" durante toda la tarde-noche.
