Salas fue más allá. La derrota ante River tuvo un dolor mucho mayor para Racing porque fue él, justo él, quien metió el gol que eliminó al equipo de Gustavo Costas: Maxi Salas, el hombre silbado y repudiado por los hinchas de la Academia por haberse ido a Núñez por la cláusula de rescisión, anotó el tanto que clasificó al Millonario a la semifinal de la Copa Argentina y eso fue un mazazo para la Academia, por más que el delantero no haya festejado el tanto pro respeto a su ex club. De todos modos, luego del partido, hizo fuertes declaraciones, con un mensaje muy picante hacia la dirigencia actual del club de Avellaneda.
"Siempre con respeto hacia la gente de Racing, hacia sus jugadores, que siempre me dieron el cariño. Siempre voy a estar muy agradecido. Por más que la gente esté enojada conmigo, siempre la respetaré igual", sostuvo el atacante en el campo de juego.
Maxi agregó que "les agradezco también a la dirigencia anterior, a Víctor (Blanco), que también confió en mí junto con Gustavo (Costas), agradecerles a ellos, contento, feliz". Cuando se le consultó qué pensaba de la actual conducción que encabeza Diego Milito, disparó un categórico: "Esta dirigencia se portó muy mal conmigo. Siempre di todo por el club, agradecido a la gente, que siempre me bancó en todas".
Los hinchas de Racing repudiaron todo el partido a Salas ante River
Desde temprano, cuando la voz del estadio lo mencionó dentro de la formación de River, estallo una silbatina estruendosa de los hinchas de Racing. Segundos después, se acercó al banco de los suplentes de la Academia y saludó uno por uno a sus ex compañeros e integrantes del cuerpo técnico que encabeza Costas. Luego, ya con el juego en marcha, cada vez que tocaba la pelota, las reprobaciones se reiteraban. En un momento le arrojaron un´calzado desde la tribuna a modo de proyectil y él tuvo una curiosa reacción. "Devolví una zapatilla, es parte del folclore. Es lindo que las dos hinchadas se junten, es algo hermoso", celebró.
Sobre el final del encuentro, como parte de un clásico que lo tuvo como protagonista por el contexto ineludible, Maxi se cruzó con Agustín Almendra y le soltó algunos insultos. Fue previo a un saludo afectuoso con Gonzalo Costas, hijo y ayudante de Gustavo. Acerca de la tarde que le tocó vivir, afirmó que "para mí fue algo normal. Como dije siempre, estoy tranquilo en las buenas y en las malas. Mi tranquilidad nunca cambia. Nunca estuve nervioso, era una fina que había que jugar con mucha tranquilidad". Hubo forcejeos con Marcos Rojo en el tramo final del partido en un marco de partido en el que Racing estaba lejos de empatarlo.
Sin dudas que en lo personal tenía algo pendiente. Más allá de todo se notó que fue especial, diferente. Con sus compañeros, en un partido caliente, hubieron varios cruces. Está claro que su salida generó cierta molestia interna. Pero él, en lo personal, tenía el foco puesto de lleno en los dirigentes. En Diego Milito y Sebastián Saja que, según su óptica, no se portaron como él pretendía. Desde Avellaneda cuentan todo lo contrario y dicen que lo esperaban para firmar ya con todo lo que el delantero quería arriba de la mesa. En el medio un partido, una derrota y una eliminación para la Academia.
Fotos: Prensa Racing.
