"Soy un buen patrón de campo"

Javier Lux es uno de esos tipos difíciles de ubicar. No porque su número de teléfono sea un secreto de estado ni porque sea un tipo reacio a dar una entrevista, al contrario. Lo que sucede es que Javier, quien defendió la de Racing como el hincha que es entre 1995 y 2002, vive y trabaja en el medio del campo familiar que administra en su Carcarañá querido, y la señal del teléfono celular es un tema serio. Tanto es así que la charla con él se vio interrumpida varias veces por este moderno inconveniente.

Desde 2009, cuando se retiró en Belgrano, decidió regresar a su pueblo en Santa Fe para volver a la actividad agrícola, y allí reside desde entonces. Con ruidos de máquinas recolectoras de fondo que sonaban al mejor estilo R2D2 (para los ignotos, un robótico personaje de Star Wars), Javier paró un rato de trillar soja (literalmente)  y atendió a RdA.

-¿En qué andás en la actualidad?
-Estoy en el campo. Con mi viejo tenemos máquinas cosechadoras y laburamos de eso. Tenemos campos propios en Carcarañá (Santa Fe), mi pueblo, donde sembramos y cosechamos todos los cereales: soja, maíz, trigo, de todo. Esto viene desde hace tiempo para nosotros, ya de chiquitos dábamos una mano. Después se dio la chance de tomarme en serio lo del fútbol por lo que falté 15 años, pero ya volví al campo.

Parte del plantel campeón de 2001, levanta la copa con Rafael Maceratesi

-¿Y qué es lo que les dá más rédito?
-Con esta faceta del gobierno aprovechamos y rotamos los cultivos porque antes era todo soja. Para nosotros esa rotación es necesaria por el suelo, que sino sufre mucho. Lo que también hacemos es alquilarle las máquinas a estancias grandes, entonces cuando llega la época de cosecha quizá me voy a Córdoba o a Tres Arroyos. Allá hago vida de casilla, como se le dice. Les cosechamos y nos volvemos.

-Ah, no dejás pasar una oportunidad…
-(Se ríe) Y… uno trata de abarcar lo que puede. Lo venimos haciendo desde hace mucho tiempo.

-¿Extrañás algo de la vorágine del fútbol?
-Sí, sobre todo las primeras épocas cuando estaba en la pensión, pero es una etapa superada. Decirte que no se extraña sería de mentiroso. El jugador, cuando termina su carrera, todavía es joven y tiene que buscar una actividad para su vida. Yo me encaminé para este lado de lo agrícola, que en realidad nunca lo dejé.

-¿Cómo es un día tuyo? Hay rumores de que la gente de campo se levanta muy temprano…
-(Se ríe) Es así, pero hay gente que se despierta más temprano que yo. Me suelo levantar a las 6.50, despierto a mi nene y lo llevo al colegio porque entra a las 7. De ahí ya me voy al campo y vuelvo a las 11.30 para comer en mi casa. A las 13.30 entra mi otra nena y a las 14 ya estoy de nuevo trabajando la tierra, y le damos hasta las 18. A la mañana suelo hacer los trámites bancarios y con los contadores porque soy el que lleva los papeles de la empresa.

-¿Cómo te calificas como patrón en el campo?
-¡Soy bueno! Exijo cuando tengo que hacerlo pero soy bueno, además tenemos los mismos empleados desde hace 35 años, no los cambiamos. Tenemos 15 o 16 muchachos que laburan con nosotros.

-¿Seguís la campaña de Racing?
-Sí, claro. Veo de todo: el torneo de acá y del exterior también. Sigo la campaña de Racing y cuando estoy fuera de la época de laburo, intento ir a la cancha.

-¿Tenés algún ritual para ver los partidos?
-No, los suelo ver con mi hijo porque a él le gusta mucho, pero también con amigos o familia. Me paso los domingos viendo fútbol. Mi hermano está jugando en España (Germán, ex River, ataja en Deportivo de La Coruña) así que sigo bastante esa liga. Estoy empapado en los temas pero no fanatizado como antes.

-Las últimas veces que fuiste, ¿cómo encontraste a Racing en comparación con tu época como jugador?
-La verdad es que me quedé sorprendido por cómo están las instalaciones, la pensión. Es para felicitar a la dirigencia actual. No los conozco ni tengo trato pero lo que están haciendo es para destacar. Es totalmente distinto a cuando me tocó estar a mí. Hay dirigentes presentes, trabajando, están haciendo obras, la cancha está linda, sé que ahora inauguraron luces nuevas… Antes era distinto y no es por criticar, pero era muy diferente.

-¿Vos y tu hermano son los famosos del pueblo?
-No, hay varios chicos de Carcarañá que terminaron siendo conocidos. Los que se me vienen ahora a la cabeza son Federico Vismara, que está hoy en el plantel de Racing, y el Prinicipito Sosa.

Javier y su eterno recuerdo por Tita, plasmado en el festejo de gol

-Es conocido el hecho de que tenías una relación muy cercana con Tita, ¿cómo la recordás?
-Lo mejor que me ha pasado a nivel humano en la vida fue conocer a Doña Tita, que la verdad me ha ayudado muchísimo tanto a mí como a todos los chicos que estábamos en las Inferiores y en la pensión en esos años. Era tremendo lo que quería a la institución y lo que trabajaba por el club. Le lavaba las camisetas a todos los del fútbol infantil y juvenil, y nosotros la ayudábamos a colgarlas a secar en unas salas de calor que tenía. Nos hacía desayunos y estaba siempre pendiente, la verdad es que era una persona 10 puntos.

-¿Qué te generaron las declaraciones de Lalín en las que le sacó el crédito al equipo campeón de 2001, diciendo que había estado todo arreglado?
-Te digo la verdad, no sabía que había dicho eso. Habremos logrado algo que él no pudo… qué se yo. El equipo campeón tuvo más crédito y más méritos que todos los equipos que no pudieron coronarse y por algo será. No tengo idea por qué habrá dicho algo así, ni lo escuché. La estrellita del 2001 se la colgó el cuerpo técnico y el plantel. Muchos la habrán querido pero la tuvimos nosotros.

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