Don Orione

Tras la suspensión del partido que Racing igualaba 1 a 1 contra Tigre por factores climáticos, hubo varios cuestionamientos para con Agustín Orion, tras cometer un nuevo error que le costó el empate parcial. En esta nota de RdA repasamos la historia del guardavallas en el arco académico.

El arribo del ex arquero de San Lorenzo, Estudiantes y Boca, tan polémico como cuestionado se dio en agosto del año pasado. Para ello fue clave la consideración de la dirigencia encabezada por Víctor Blanco, que veía que para reemplazar la salida de Sebastián Saja había que contratar a un arquero con experiencia y pergaminos. Justamente fue el Chino Saja, uno de los que levantaron el pulgar para la llegada de su ex-compañero en el Ciclón, referenciándolo como arquero importante y ganador para equipos grandes

El debut oficial de Orion con el buzo de arquero racinguista fue por un partido correspondiente a los 16vos de Final de Copa Argentina, correcta actuación y triunfo incluido 2 a 1 contra Olimpo en el Estadio Padre Martearena de Salta. Sin embargo, lo que no resultó nada auspicioso fue la presentación del de Ramos Mejía en el  Cilindro, en los mismos arcos que defendieron entre otros Agustín Mario Cejas y Ubaldo Matildo Fillol. Aquel sábado tormentoso en pleno invierno, Racing con el interinato de Claudio Ubeda, recibía a Talleres de Córdoba por la primera fecha del actual certamen. No habían pasado ni un puñado de minutos cuando el balón mojado y el estado del césped combinados le jugaron una mala pasada al guardavallas y tras un centro, a priori cómodo, del Tucumano Palacios, terminaba impulsando el balón contra su voluntad hacia su propio arco, decretando el gol visitante. Por suerte la Academia pudo llegar al empate en el complemento

Tras ese “blooper” por la primera fecha, el experimentado portero,  ya con Ricardo Zielinski como DT, comenzó a elevar su rendimiento y tomar confianza, tal es así que mantuvo su valla invicta en varios partidos con rendimientos sobrios ( San Martín de San Juan, Vélez, Arsenal) . La fama de jugador conflictivo que le habían impuesto en su tramo final en Boca la fue borrando a base de presencia, compañerismo y voz de mando en el vestuario académico, donde desde el vamos fue muy bien recibido el grupo, especialmente por Lisandro López, capitán y símbolo.

Cuando de  a poco se empezaba a generar un idilio con el público racinguista, llegó una nueva jornada de tormenta, noche de 8vos de final de Copa Argentina vs Gimnasia y Esgrima La Plata, en donde Orion volvió a tener una actuación poco feliz. Promediando el primer tiempo en el estadio de Lanús, un centro sobrevoló el área chica académica, el guardametas falló en el cálculo  y tras un par de rebotes, Andrés Imperiale terminó empujando el balón a la red. Derrota y dura eliminación de uno de los principales objetivos del semestre anterior de la Academia.

La fuerte personalidad del arquero que fue campeón en  los anteriores equipos que jugó es la que le impidió al arquero bajonearse y seguir redoblando esfuerzos en los entrenamientos para mejorar sus producciones. Tras ese error por Copa Argentina las actuaciones del arquero fueron en ascenso, quizá no de la mano del equipo del “Ruso”, que entró en intermitencias y altibajos en el último lapso del año pasado. Tras mantener valla invicta en la goleada contra Independiente, el clásico rival, Agustín también fue figura en la derrota 4 a 2 contra Boca en la Bombonera, en la que de no haber sido por Orion, Racing pudo haberse llevado una goleada mucho más abultada.

Con la llegada de Cocca nuevamente al banco racinguista, Orion se sintió muy conforme, ya que en su interior creía que para pelear arriba hacía falta el cambio de timón. En el arranque del ciclo Cocca, seguramente la falla menos relevante por tratarse de un amistoso estival, Agustín volvió a verse afectado por una noche de temporal, en este caso en el José María Minella marplatense y tras marrar su salida, vio como Conti empujó a la red para anotar el primer tanto de ese partido que terminaría empardado en uno y suspendido por el diluvio que azotó la noche del jueves toda la Costa Atlántica. Intervenciones importantes en los sendos triunfos ¿amistosos? contra el Rojo, penal atajado y respectiva conversión en su ejecución en la definición ganada en Mar del Plata , hicieron crecer aún más la espalda del arquero de la Acadé.

Hoy, el día después de la pifia en la salida de Orion que le permitió a Sebastián Rincón convertir el empate transitorio para Tigre, en el encuentro que aún le restan disputarse 67 minutos, vuelven a ponerlo al guardametas en el ojo de la tormenta. A pesar de la coincidencia de que en presencia de lluvias, se encuentra la versión más endeble del fanático de Midland, lo que se le achaca o reclama por lo bajo, es que aún no ha aparecido esa salvada importante o fundamental del arquero en partidos clave, esa que te hace acordar del motivo por el cual Racing se plantó fuerte y pidió traerlo a mediados del año pasado sin importar el qué dirán. No apareció en el Estadio Único cuando Racing perdió sobre la hora, no sé vio en La Perla del Oeste cuando la Acadé dejó pasar tres puntos increíbles ni en Alta Córdoba dónde Racing dejó el invicto 2017.

Su temple, presencia y marcado profesionalismo mantienen el crédito abierto para el cuerpo técnico, compañeros y dirigentes, más allá de la impaciencia de un sector del público, que empieza a pensar en Musso como alternativa viable para uno de los arcos más difíciles de la Argentina.

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4 comentarios en “Don Orione”

    1. Totalmente de acuerdo, Pillud se la paso a Torsiglieri que en lugar de reventarla se la dio atrás a Orion. Los defensores no parecen profesionales o no saben los riesgos de una cancha con lluvia????

  1. Demosle tiempo a agustin como lo bancamos a El Chino en sus momentos criticos asi tenemos que bancar a Orion ,los años pesan pero tiempo al tiempo nos va a safar en los partidos mas importantes

  2. Creo que por un error no habría que matarlo,ya que en varios partido tiene puntaje por arriba de 7. Es un arquero muy eficaz lamentablemente cuando se equivoca hay que ir a buscarla adentro. Es más positivo que lo negativo

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