El agua y el aceite

El domingo chocarán dos equipos con realidades absolutamente distintas. Racing y Boca medirán fuerzas en un clásico al que ambos arriban de manera diferente. Primero, en cuanto a resultados. En la Superliga se llevan jugadas ocho fechas y los números reflejan a las claras como viene cada uno. La Academia ganó dos, empató tres y perdió los tres restantes, con ocho goles a favor y nueve en contra.

El Xeneize, por su parte, ganó los ocho partidos que disputó, con 21 goles a favor y dos en contra. Sumado a esto, no pierde en la Bombonera desde el Superclásico ante River disputado el 14 de mayo y, en esta oportunidad, jugará de local tras haber vencido a los de Nuñez 2-1 en el Monumental.

Por otro lado,  vale destacar que Racing no gana de visitante en el torneo doméstico desde aquella victoria 3-1 ante Banfield el 25 de junio y llega a este clásico luego de un tibio empate ante Talleres en el Cilindro.

Hasta ahí, las estadísticas. Pero también pesan los intangibles. A pesar de las jornadas que se llevan disputadas, no se  termina de comprender la idea de juego que tienen los dirigidos por Diego Cocca. Variantes de esquemas, cambio de nombres y pruebas de todo tipo, en un semestre en el que el funcionamiento de juego brilla por su ausencia.

Por la Boca, todo lo contrario. Idea de juego clara y once nombres que salen prácticamente de memoria.  Solidez defensiva y un mediocampo dinámico con buena tenencia de balón, sumado a dos delanteros que comienzan a ganarse un lugar en la Selección Nacional a fuerza de goles.

¿El clásico ya está perdido antes de jugarse? De ninguna manera. Los partidos hay que jugarlos y no hay nada más imprevisible que el fútbol. Además, Racing tiene jugadores que tienen jerarquía como para darle el primer bife del torneo a Boca. Licha es un experto en clásicos, Lautaro tiene condiciones de sobra e Ibargüen está cada día más picante.

Ya se eliminó al cuco de la Copa. Se viene Boca.

El conjunto de Avellaneda deberá jugar su mejor partido del semestre en la Bombonera para poder llevarse los tres puntos. En septiembre, el equipo de Cocca eliminó a Corinthians, el cuco de la Sudamericana. En noviembre, ¿Será el turno de golpear al cuco de la Superliga?.

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