"Ni cuando voy a la Iglesia dejó de pensar en la táctica"

"El otro día fui a la Iglesia, me gusta. Voy a una que tengo a media cuadra de casa, en Avellaneda. Estaba rezando y me puse a pensar cómo en un mismo partido pasar de un 4-3-3 a otro sistema. ¡Una locura! 'Seba, pará un poco", pensaba. Pasa que yo le doy todo a lo que me apasiona. Fui un enamorado del fútbol, amé jugar a la pelota toda mi vida. Pero tenía la duda sobre si disfrutaría de esta nueva etapa. Y te juro que me apasiona, Soy feliz. Por eso soy obsesivo. Sin pasión es muy difícil". Se ríe Sebastián Grazzini en Racing cuando cuenta esa "locura" (como él mismo la llamó) que lo pinta perfecto como uno de los técnicos de la Reserva.

Ese fervor por la pelota lo tiene con la cabeza ocupada todo el día. Y con una satisfacción que se le nutre de mucho más que una racha de cuatro triunfos en cadena con la Reserva de Racing, que ahora se ubica a cinco puntos de Vélez, el único líder.

Integrante de la dupla técnica que conforma con Ezequiel Videla, el Mágico siente la alegría de ver a un equipo con la identidad que ellos le transmitieron desde que llegaron a fines de 2022. Lo hablado, lo trabajado en la semana, se traslada a los partidos en un equipo que, cualquiera sea el resultado, nunca renuncia a una forma. Una manera que tiene las bases de la Primera porque la premisa es que la línea de arriba se extienda hacia abajo. Y ahí anda Grazzini en Racing, exultante, muy entusiasmado por enseñar y, al mismo, tiempo aprender en esta carrera de DT que inició en la Academia junto a Videla.

"Estamos pasando un buen momento. Trabajamos muchísimo para esto. Imaginate que cuando llegamos al club, estuvimos encerrados en la pensión cuatro semanas seguidas. Fue muy exigente el trabajo que hicimos. Me tengo que sacar el sombrero con el compromiso que encontramos en el grupo", expresa el Mágico, un ex volante creativo zurdo fino que actuó en el club cuando se peleaba por mantener la categoría.

-Y hoy, jugadas nueve fechas, ¿cómo definirías a la Reserva de Racing?

-Tengo un equipo valiente, protagonista, muy intenso, que trata de dominar. Y por sobre todas las cosas, siempre trata de jugar bien al fútbol. El club quiere que nosotros sigamos la misma línea que la Primera. Estamos muy agradecidos al primer equipo porque desde el primer momento que llegamos, nos dieron una mano muy grande. Los chicos vienen creciendo mucho. Y nosotros entendimos a la perfección qué rol ocupamos en el club: ser el trampolín para que ellos lleguen lo mejor preparados posibles a Primera.

-¿En qué hicieron hincapié apenas se hicieron cargo del equipo?

-En inculcar una idea de juego. Para poder jugar de esta manera necesitás un equipo que sea muy físico. Tratamos de hacer trabajos en base a eso. Desde el primer día, nunca hemos escuchado un reproche de los chicos. Por el contrario, tienen muchas ganas de progresar. Entendieron que, así, ellos llegarán a su máximo nivel para estar lo más cerca posible de la Primera División. Eso buscamos semana a semana, pero los chicos vienen evolucionando muchísimo y estamos agradecidos a ellos, que hoy ya están en los primeros lugares del campeonato.

-¿Es muy difícil manejar la ansiedad de los juveniles que se ilusionan con dar el salto a Primera?

-El primer día que llegamos al club, nosotros hicimos una reunión y les dejamos en claro que habría mucha comunicación entre nosotros y el primer equipo. Eso para ellos es un plus. Está muy bueno este diálogo con la Primera. Nosotros les vamos marcando qué chicos están progresando y eso a los chicos los ha tranquilizado. Fernando ve mucho nuestros partidos. Su cuerpo técnico nos sigue mucho, hay muchas charlas.

-¿Se reúnen todas las semanas con Gago?

-No, no. Nosotros tenemos charlas telefónicas con sus ayudantes. Y muchas veces directamente con él. Como se lo dije al club y a Fernando el primer día: nosotros trabajamos para la Primera División. Ellos tienen la disponibilidad de pedirnos a los chicos que necesiten. Son ellos quienes eligen qué jugadores suben a entrenarse con la Primera.

Grazzini Reserva Racing

-¿Qué relevancia le dan al desempeño escolar de los juveniles?

-Desde la Primera y hacia todo el club, hay una bajada de línea que me parece espectacular: chico que no estudia, chico que no juega y no puede competir. Cecilia (Contarino, a cargo de la pensión juvenil) nos va pasando un reporte. Si los chicos no van a la escuela, son sancionados. Nosotros, más allá de la formación de un futbolista, debemos inculcar valores. El club está haciendo un trabajo importante en ese sentido y me parece perfecto. Aunque el día de mañana sean futbolistas profesionales, no nos olvidemos de que son personas. Y nosotros tratamos con personas. Que nosotros podamos dejarles algo, lleguen o no a Primera, me parece espectacular.

-Gago es muy exigente con el control de peso. ¿Ustedes cómo manejan ese tema?

-También, porque de arriba hacia abajo se hará siempre lo mismo. Pero nosotros no los pesamos todos los días. Lo nuestro es más flexible. No podemos ser tan rigurosos porque muchas veces contamos con chicos que no tienen la posibilidad de comer bien a la noche. Tenemos un nutricionista y hacemos mediciones antropométricas para tratar de mantener los niveles óptimos de un deportista. Ya hemos conseguido Desde que llegamos, en todo lo que fuimos pidiendo nos ayudó mucho Claudio Velo (dirigente a cargo del área del fútbol amateur). Para nosotros en fundamental, es una persona que se desvive por los chicos y está en todos los detalles para que el Predio Tita mejore.

-¿Necesitaron adaptarse al estilo de juego de Gago o ya lo traían en su ADN ustedes?

-No fue para nada difícil. Porque a nosotros nos gusta mucho la manera que tiene Fernando, uno de los mejores entrenadores. Yo creo que a todo equipo de Primera le gustaría jugar como Racing. En nuestro ideal de sistema de juego había algo muy parecido a lo que quiere Fernando Y por eso se nos hizo más fácil.

-Tanto Videla como vos están dirigiendo por primera vez. ¿Cómo llevan ese proceso?

-Ezequiel y yo sentimos una felicidad muy grande por estar en el club al que los dos le debemos mucho. Me dio todo como futbolista y ahora me abrió otra vez las puertas para iniciar una carrera. Eso es impagable. Siento un compromiso y un cariño muy grande hacia el club. Nosotros agarramos esta oportunidad porque nos preparamos mucho. Ya llevaba muchos años trabajando con futbolistas profesionales, me había metido de lleno en el fútbol. Estamos en una hermosa facultad, donde además podemos aprender de la Primera. Cuando uno se siente feliz en un lugar, las cosas salen mejor. Y somos bastante obsesivos. El gran compromiso nuestro es con los chicos, no les podemos fallar. Hay que tratar de darles la mayor cantidad de herramientas para que sean profesionales.

-En un equipo que se planta siempre adelante, ¿cómo manejan la parte defensiva para no quedar descompensados?

-Es fundamental poder marcar en ataque. Porque al ser un equipo valiente, muchas veces queda mano a mano. Nos pasó con Huracán... Pero también me dio una gran alegría que, faltando 10 minutos para el final del partido, salíamos jugando con Roberto (León) el arquero) desde el área chica. Ellos se sienten identificados con esta idea de juego. Lo más importante para un entrenador es poder convencer de cuál es el camino. Después, el fútbol te lleva adonde él quiere. Pero para nosotros es una gran alegría que ellos se sientan tan emparentados con la idea. No la negocian nunca. Mirá, contra Tigre íbamos perdiendo. Y en vez de saltear con pelotazos al área, el equipo seguía juntando pases, elaborando jugadas para después terminar empatando.

-De tu plantel, ¿vislumbrás a varios pibes llegando a Primera?

-Hay un potencial muy grande. Prefiero no dar nombres, pero hay chicos que crecieron muchísimo de un año al otro. Siento que hay futbolistas a los que se los ve de otra manera: protagonistas. Pero no podemos apurar los procesos. Pero nos tenemos que quedar tranquilos: hay material.

-¿Ya te permitís soñar con dirigir a la Primera de Racing alguna vez?

-No, no, no. Con Ezequiel tenemos las cosas bien claras. Estamos felices por donde estamos. Aprendiendo y creciendo mucho. Nos gusta y nos apasiona el lugar que ocupamos. Nos sentimos muy cómodos.

-Para cerrar. ¿Qué valores no pueden faltarte a la Reserva?

-El compromiso, el compañerismo, el sacrificio, la humildad. Si se traiciona algo de eso, soy bastante severo, no me gusta para nada. A los chicos muchas veces les digo que cuando fuimos jugadores, por la rebeldía y la soberbia que podíamos tener a esa edad, no nos dábamos cuenta de que había gente que nos quería ayudar de verdad. Pensábamos que éramos muy buenos y estábamos muy equivocados. Por eso les pido que traten de no cometer los errores que teníamos nosotros. Pero estos chicos son muy respetuosos aplicados, con mucha hambre de gloria. Y eso es alucinante.

Foto de portada: Junto a Grazzini y Videla, el resto del cuerpo técnico: Facundo Biondi, Gaspar Gurdulich (ayudantes de campo) y Andrés García (preparador físico).

2 comentarios en “"Ni cuando voy a la Iglesia dejó de pensar en la táctica"”

  1. Hector F. Petrelli

    Algún nombre, aunque el periodista se lo atribuya, no estaría mal, para ir sabiendo quien tiene un futuro cercano a primera.
    Sería bueno que alguien filme los partidos de la reserva y se los pueda ver en espacios partidarios.

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