Que no sea la gran Caruso

Ricardo Caruso Lombardi regresará esta noche una vez más al Cilindro de Avellaneda, lugar que conoce muy bien de su experiencia en el banco de Racing en 2009.

En ese año no había comenzado de la mejor manera para la Academia. Si la derrota abultada en el clásico estival en Mar del Plata ya había puesto en jaque al entrenador Juan Manuel Llop, las tres caídas consecutivas en el inicio del Clausura (1-3 vs Lanús,1-4 vs Huracán y 0-2 vs Independiente), que acercaban a Racing al fondo de la tabla de los promedios, calaron hondo en el seno de la Comisión Directiva. Así, con Rodolfo Molina a la cabeza, se decidió finalizar el vínculo con el “Chocho” y apostar por la capacidad de Caruso para rescatar a equipos de situaciones límite.

El “Tano”, quien venía con experiencias positivas en Primera División con Argentinos Juniors y Newell’s, no dudó en agarrar el “fierro caliente” y se calzó el buzo de técnico de la Academia en la cuarta fecha en el Cilindro, contra el Bicho. Aquel encuentro le dio a Caruso la señal de que la mano venía brava. Racing ganaba 1 a 0 y en el último minuto, el conjunto visitante aprovechó una mala salida del arquero Gustavo Campagnuolo y empató el partido. A la fecha siguiente Racing volvió a perder sin atenuantes, esta vez en Victoria por 4 a 1 contra Tigre. Para este partido, Caruso ya había metido mano poniendo en el arco a Pablo Migliore en lugar de “Campa”.

Pero el panorama comenzó a cambiar a partir del partido en Avellaneda contra Godoy Cruz, más precisamente con el gol de Pablo Caballero cerca del epílogo del encuentro, que sirvió para que el equipo empezara a asomar la cabeza. Valiosos empates en La Plata, Rosario y en el Nuevo Gasómetro le inyectaron confianza al elenco de Caruso, que logró asestarles golpes tanto a River como a Boca, venciéndolos 1 a 0 (Lugüercio) y 3 a 0 (Zuculini, Castromán y Grazzini) respectivamente en el Cilindro.

Un conjunto sustentado en el sacrificio y esfuerzo de sus jugadores, apuntalado en el buen rendimiento de Pablo Migliore bajo los tres palos, con defensores aplomados como Franco Sosa, Matías Martínez y Franco Peppino, con volantes aguerridos como Claudio Yacob, Franco Zuculini y Martín Wagner, sumados al despliegue del “Payaso” Lugüercio y la habilidad de Sebastián Grazzini en la ofensiva. Ese Racing se le animaba a cualquiera, incluso al que sería el campeón de aquél torneo: Vélez. A este rival lo tuvo contra las cuerdas en el propio Jose Amalfitani, en un partido que terminó 2 a 2. Tras ganarle a Gimnasia y Esgrima en Jujuy en la anteúltima fecha, Racing lograba el objetivo de zafar hasta de la Promoción y, venciendo a Newell´s en la última jornada, llegaba a la nada despreciable sumatoria de 30 puntos, finalizando en la 5ta posición del certamen.

Consumada esta gran campaña, en donde no faltaron arengas, incentivos de lavarropas por cumplir objetivos, ni pruebas a jugadores amateurs, a Racing se le fueron varios jugadores en el mercado de pases de invierno y Caruso, fiel a su costumbre, diagramó en su cabeza un nuevo equipo plagado de nuevas incorporaciones. A pedido del mediático DT llegaron muchísimos, como Pablo Santillo, Cristian Tavio, Damián Ledesma, Damián Steinert, Javier Velázquez, Sebastian Rosano, Marcos Brítez Ojeda, Matías Cahais y Jorge de Olivera entre otros, quienes, en su mayoría, no lograron adaptarse a la magnitud de la institución. Los resultados en las primeras fechas de aquel torneo Apertura no acompañaron al Racing de Caruso, quién, tras ocho partidos, en los cuales su equipo empató cuatro y perdió otros cuatro, decidió dar un paso al costado, luego de un traspié con Boca como local, más allá del pedido incesante de la gente para que permaneciera en su cargo.

Con anterioridad a su asunción en Racing, Caruso ya había enfrentado a la Academia como entrenador de otros equipos en tres oportunidades. La primera fue victoria para Argentinos Juniors en el Estadio Diego Armando Maradona por el Clausura 2007, cuando un Bicho urgido de puntos derrotó al equipo conducido por Mostaza Merlo (en su segundo ciclo en el club) con gol de Leonel Nuñez. En su primera visita al Cilindro como técnico, Caruso se llevó una derrota, viendo como Newell´s, equipo que dirigió en la temporada 2007/2008, perdía con el Racing de Gustavo Costas por 2 a 0. Al torneo siguiente, el elenco rosarino recibió a un Racing en penumbras, dirigido por Miguel Micó, y lo derrotó 1 a 0 con tanto de Santiago Salcedo.

Tras su paso por el banco académico, Caruso volvió a enfrentarse con Racing en el Apertura 2010: su Tigre igualó sin goles contra el conjunto que dirigía Miguel Angel Russo. Al año siguiente, el “Tano” se fue a Quilmes (Clausura 2011) y le ganó 3 a 0 a la Academia en el Estadio Centenario.

En 2012 le llegó al entrenador de barba candado la chance de asumir en San Lorenzo y debutó en el banco azulgrana nada más y nada menos que en el Cilindro, ante el Racing de Alfio Basile. El partido se jugó entresemana y fue empate 1 a 1, con goles de Matías Martínez y Gigliotti. Al torneo siguiente se volvieron a enfrentar en Avellaneda y ahí la Acadé de Luis Zubeldía vapuleó al Ciclón de Caruso 4 a 0 en una noche de sábado con goles de Saja, de penal, Cámpora y de Prósperi y Gentiletti en contra de su propia valla.

En la temporada 2013/2014 Caruso visitó dos veces el Estadio Presidente Perón con dos buzos de técnico distintos (Argentinos Juniors y Quilmes) y en ambas se fue victorioso por la mínima, 1 a 0, ante Racing, dirigido en sendas oportunidades por Mostaza Merlo.

La última vez que “Richard” vino al Cilindro fue por el Torneo Largo del año 2015, fue recibido con tibios aplausos y se fue derrotado con Arsenal 2 a 1 contra el equipo de Diego Cocca. Esa tarde de sábado Diego Milito (p) y Mariano Pavone convirtieron los goles para la Academia. El último antecedente del entrenador que paso por un sinfín de clubes en nuestro fútbol fue prácticamente hace un año, cuando en Parque Patricios, Huracán y el Racing de Ricardo Zielinski, igualaban 1 a 1 (Pussetto y Lautaro Martínez).

En resumen, contra Caruso, Racing lleva tres partidos ganados, tres empatados y cinco perdidos.

Esta nota habla de:

1 comentario en “Que no sea la gran Caruso”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio