Bértoli: "Tita era nuestra segunda mamá"

Racing enfrentará a Patronato este viernes por la tercera fecha de la Superliga y en RDA dialogamos con un jugador que supo vestir ambas camisetas en diferentes circunstancias. Será la primera vez que la Academia visite la ciudad de Paraná por primera vez de forma oficial. En 2012 hubo un cruce por Copa Argentina y luego vinieron dos triunfos como local, 2-0 y 5-0. Y esas historias siempre tuvieron el mismo protagonista en el arco del Patrón: Sebastián Bértoli.

Una historia de lucha y superación que merece ser contada, como tantas otras. Él llegó de adolescente a Buenos Aires, se probó, quedó y empezó a hacer su vida con otro grupo de chicos que llegaban al club lejos de sus tierras. Lamentablemente, una decisión de arriba hizo que estanque sus sueños de primera... Pero, sólo por un momento. El histórico arquero de Patronato, mano a mano con RDA, contó: “A Racing llegué en enero de 1995. Hice una prueba, quedé y estuve conviviendo en la pensión”. Hizo su bolsito en Paraná y se vino a pelearla en Buenos Aires, tras un paso por las inferiores de Newell's de los 15 a los 17 años. Ya viviendo en la pensión de la Academia, sintió de cerca lo difícil que venía la mano. “Hay cosas que te quedan grabadas en la memoria y, una de ellas, es que no comíamos bien”, rememora el capitán de Patronato. Y continúa su relato: “A los tres o cuatros meses que llegué, hubo una reducción de jugadores en la pensión y eso hizo que sólo queden los que estaban en reserva o los que estaban con representantes. Yo estaba sólo, querían que siga en la institución pero me tenía que conseguir donde vivir”.

En ese momento, ni Bértoli ni su familia podía solventar su sueño económicamente. Por eso, decidió volverse a sus pagos. Con algo de desilusión, recuerda: “Me volví porque no tenía a donde ir ni sustento económico para estar independizado”. Durante su corto paso por la Academia, compartió habitación con un futbolista que a la postre llegaría a la Primera de Racing. Acerca de esto, reveló: “Compartía la habitación con Javier Lux pero después de ese momento nunca más me lo crucé. Tenemos un laso que nos une, y alguna vez hemos dialogado, él es de Carcarañá y yo tengo parientes ahí, pero no más de eso”. 

Tan lejos de su ciudad natal, en un momento donde las comunicaciones no eran tan fáciles y fluidas como en la actualidad, el contacto con sus seres queridos era escaso. Pero siempre hay alguien que te hace sentir que no estás sólo y esa persona era Tita Matiussi. “Recuerdo los lindos momentos que pasábamos en la lavandería con Tita, íbamos con los chicos a la tarde a ayudarla. Cuando se fue sentí un dolor inmenso porque fue la contención materna que no teníamos en ese momento. Tita era nuestra segunda mamá”, recordó el arquero más longevo en la historia del fútbol argentino, próximo a cumplir 41 años Pero, después de tanto tiempo, tenía una cuenta pendiente. “Fue un sueño jugar en el Cilindro. En ese lugar que tantas veces me había imaginado cuando estaba en la pensión”, destaca Bértoli, quien además de arquero es concejal de Paraná. 

Luego de su paso por Racing, Bértoli volvió a su ciudad natal y la peleó cerca de su familia. Estudiando para ser técnico de laboratorio de lunes a jueves en General Ramírez, manejando un taxi los viernes y jugando con su equipo los domingos ante 100 personas. Con el paso del tiempo, en el 2003 firmó para Patronato y logró cumplir su sueño, como el de muchos chicos, de convertirse en profesional. Con el equipo entrerriano logró el ascenso al Federal A en 2008, al Nacional B en 2010 y a codearse con los grandes a partir de 2015. Una historia de superación, que merecía ser contada.