“Me disculpé con el Patón Guzmán por las escupidas”

Aquel fin de semana de 2005, Walter Flores no se subió al carrito de la sanidad sobre el que trabaja desde hace 28 años al, costado del campo de juego, cada vez que Racing actúa en el Cilindro. Pero como tantas otras veces, una infinidad por cierto, cuando la camilla le dio descanso acompañó a su amada Academia desde otro lugar: la popular visitante de turno. En una de esas excursiones, el hijo de Ángel (más conocido como Gelo, el histórico jefe de alcanzapleotas de Racing) fue partícipe de algo que alguna vez, hace poco, el arquero Nahuel Guzmán contó -en el programa PH- como una gran anécdota durante un partido que la Reserva de Newell's le ganó a Racing.

"Una vez terminados los partidos, yo saludaba a la gente de Newell's y, después, a la visitante. Para mí era muy particular jugar contra Racing por el sentimiento que me inculcó mi abuelo. Un día habíamos ganado 1-0 un partidazo. La cancha estaba llena. En el segundo tiempo me tocó estar con los hinchas de Racing atrás. La gente estaba acelerada, agitando... Se me dio por ir a buscar una botellita y la toallita que usamos los arqueros. Cuando llegué, se me ocurrió aplaudir y saludar a los hinchas, como lo hacía casi siempre. Al levantar la cara, me escupieron una cosa así (hace un círculo con sus dos manos). Era como una bolsa de escupida, una bombucha que me impactó en el medio de la cara. Ahí corté mi relación con la hinchada de Racing", arrancó el Patón.

Pero la anécdota no terminó ahi: "Después, cuando fui a jugar a la cancha de Racing, uno de esos tres que me escupió, vino manejando el carrito de la emergencia y me explicó: 'Un amigo, que estaba al lado mío, te escupió. Y yo te pido disculpas en nombre de toda la hinchada de Racing porque nos nos viniste a aplaudir'. Y desde ahí quedamos con buena onda".

La versión del camillero de Racing, de 43 años y desde 1992 en ese rol, un día llegó. Coincidió con la del Patón, aunque se remontó a un tiempo más atrás que ese encuentro con el arquero en el Presidente Perón. Aportó un capítulo anterior.

"Una tarde yo estaba en Mar del Plata con mi señora, en la peatonal. Ella entró a un negocio y yo me quedé afuera. Vi que venían cuatro cinco personas, todas vestidas de Newell's. Ahí reconocí al Patón por las rastas que usaba en ese momento. Yo me preguntaba. '¿Qué hago? ¿Lo llamó? ¿No lo llamo?' Y lo llamé... Vinieron todos. Le pregunté si él era el arquero de la Reserva. Cuando me dijo que sí, le comenté. 'Cuando nos ganaron el partido de Reserva en Rosario, yo estaba en la tribuna de Racing. Vos fuiste como a querer que nosotros te diéramos la mano por entre medio del alambrado. No sé... ¿Vos nos querías quebrar un dedo?'. Me contestó: 'Nooo, nada que ver. Yo los quería felicitar por la hinchada que tienen. Mi abuelo, que ya murió, siempre me habló muy bien de la hinchada de Racing'", fue su versión contada a este portal.


-¿Y cómo reaccionaste?

-Cuando escuché eso, me mató... Me disculpé con él por las escupidas. “Si te escupimos fue porque jamás íbamos a pensar que habías hecho eso de buena onda. Igualmente, cuando vayas a Racing, nos vamos a volver a ver porque yo soy el camillero", le dije. Después, cuando fue al Cilindro, lo saludé y pegamos onda. En cada partido que él iba al Cilindro, apenas llegaba en el micro yo iba a buscarlo. Nos quedábamos hablando. Muy buena persona, le verdad. 

-El propio Patón se sorprendió por el tamaño del famoso escupitajo...

-Éramos... No lo escupieron todos, fueron un par nada más. Teníamos una bronca bárbara y mucha saliva, je.

El día a día en la Academia

-¿Cómo y cuándo empezaste a trabajar en el club?

-Arranqué con mi viejo. A los 12 años, por ahí, me puso de alcanzapelotas. Un año estuve haciendo eso. Después manejaba una perilla que había en el túnel del referee: cada 15 minutos la subía o bajaba para que el agua que pasaba por los baños y otros lugares del estadio bajara hacia el foso. En el 92 faltó un camillero y me dijeron si podía reemplazarlo. Agarré y hasta el día de hoy sigo trabajando de eso.

-¿Recordás cómo fue tu primer partido en aquella nueva tarea?

-Me acuerdo de que estaba muy nervioso. Eso, seguro. Los nervios me duraron tres o cuatro partidos, hasta que agarré confianza. No sabía si podía llevar a alguien ahí arriba; en esa época no existían los carritos. Me ayudada otro chico que estuvo un par de partidos. Iban cambiando mucho, nadie quería laburar ahí... Hasta que al año siguiente llegó Damián Rina, mi compañero hasta hoy. Hasta 2011 lo hacíamos ad honorem. Trabajábamos por amor a la camiseta.

-¿Cómo es ser camillero de Racing?

-Es hermoso hacer esto en el club del cual sos hincha. Para mí ya es natural. Es lo más lindo que hay estar ahí adentro de la cancha. Sos parte del equipo... Escuchó cosas que desde las tribunas es imposible, oigo cómo se hablan entre los jugadores, cómo discuten, los veo de cerca a los jugadores... La verdad, es hermoso.  

Walter Flores conoce las mañas de los jugadores

-¿Te das cuenta enseguida cuando un jugador simula?

-Te das cuenta apenas llegás. Escuchás lo que dicen y te das cuenta. Cuando se tiran para hacer tiempo, los médicos o compañeros, cuando llegan, se ubican de tal forma para que no podamos bajar la camilla. Ahí tenés que dar vuelta el carrito y buscarle la vuelta para poder bajar la camilla y dejarla al lado del jugador... Mayormente se hacen los boludos, hacen tiempo con eso.

-También te habrás comido muchos amagos, ¿no?

-Y... También hubo jugadores muy fuertes. Había uno al que nunca pudimos llevar en la camilla: Michelini. Nos daba mucho trabajo haciéndonos entrar cuando quedaba tirado, pero nunca se subía. Era un robot... Mamita, ¡qué tipo duro! Una brava que recuerdo fue con Centurión. En un partido de Reserva le cortaron la boca. Fue por un codazo, creo. Se la abrieron en la parte de adentro. Lo dejaron al lado del carrito. Lloraba, pero quería volver a entrar. En un minuto, con unas puntadas de hilo, lo cosieron ahí nomás y lo dejaron para volver. Cuando ves que les duele de verdad, sufren y lloran... Uno lo sufre también.

Walter, con su compañero Damián Rina, el otro camillero. Foto: Walter Flores.

-El último clásico de Avellaneda, con tirunfo heróico de Racing, fue una batalla, con muchos lastimados. ¿Fue el partido en el que más te tocó trabajar?

-Me parece que no fue el que más laburo me dio, pero sí del que más me voy a acordar. No nos olvidaremos más de lo que hicieron esos jugadores...

La relación del histórico camillero de Racing con algunos jugadores

-¿Guardás obsequios defutbolistas, como por ejemplo camisetas?

-Después de irse a España para arreglar todo con Valencia, el Piojo López volvió y se despidió de Racing en un clásico contra Boca. Fue el día en que se subió al travesaño. Antes de irse me regaló su pantalón. Pero no soy de pedirle nada a ningún jugador. Nada, eh. Ni loco.

-Sos muy amigo de Licha. ¿Cómo lo definís?

-Es un crack, no voy a descubrir nada diciendo eso. Es un fenómeno. Mi amistad empezó en el club. Gracias a Dios, gracias a Racing, me hice de muchísimos amigos. No sólo adentro de la cancha, sino también cuando íbamos a las tribunas visitantes con muchos chicos.

-Vos que lo conocés, ¿creés que Lisandro va a seguir en Racing después de junio?

-No tengo idea. Pero como hincha de Racing, al igual que todo el mundo Racing, quiero que siga. Ojalá que siga. 

-De todos los jugadores de Racing que viste, ¿cuáles fueron los mejores para vos?

-Muchos. De los que me acuerde ahora, te tiro uno por línea: Arias, Cacho Borelli, Gio Moreno y Licha.

Fotos: Walter y Ángel Flores.

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4 comentarios en ““Me disculpé con el Patón Guzmán por las escupidas””

  1. Jose Luis Scaringi

    Una nota muy linda . El trabajo de este muchacho Walter Flores debe ser hermoso cuando se hace así 'con el corazón y amor al club al que sos hincha " y el fútbol debería ser como la amistad que el llego a tener con el patón jugador de otro club ...

    1. amo a Racing. emotiva lanota.
      alvaro, solo si tenes cuentas off shor,o banacarias estoy de acuerdo que no te gusten los deditos en v solo que en estos tiempos no tendriamos que tener ninguna diferencia entre los argentinos y a hacer Oraciones por el Mundo entero.

      1. Roberto, sin hacer de esto un ida y vuelta, no te entendí? Que dije que está mal o fuera de contexto? Offshore? ( cualquiera). Mezclaste sal con dulce de leche.
        Saludos
        Y que todo termine pronto de la mejor manera.

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