Los que cruzaron el puente

Racing visitará a Boca desde las 19.15 hs y, en la previa, armamos una formación compuesta por jugadores que hayan vestido las camisetas de ambos clubes.

En el arco lo ponemos a Pablo Migliore. El Loco, quien debutó en Germinal de Rawson, un club del Argentino B y comenzó a ser reconocido al ser transferido a Huracán. El excéntrico arquero siempre fue confeso hincha de la institución de la Ribera. Pocos años después de su debut, fue transferido a Boca, donde durante casi toda su estadía fue suplente tanto de Abbondanzieri como de Caranta. A mitad del año 2008 arribó a la Academia, donde estaba Juan Manuel Llop como técnico. Tras tener actuaciones aceptables en el Apertura de aquel año, el Loco termina por afirmarse bajo los tres palos racinguistas en el torneo siguiente, con la llegada de Ricardo Caruso Lombardi, quien lo eligió para ser titular por encima de Campagnuolo. Dejó un buen recuerdo en la institución.

Como lateral por derecha lo ubicamos a Pablo Álvarez. El defensor surgido de la cantera boquense debutó en Primera en 2004 de la mano de Carlos Bianchi. Tuvo muy buenos pasos por Estudiantes  y Rosario Central, y emigró a Europa. Volvió al país para jugar nuevamente en Arroyito y por un problema familiar decidió dejar Rosario para venir a Buenos Aires, donde se sumó a Racing a mediados del año pasado. Sin estar en su mejor versión física y futbolística, no anduvo bien y se marchó en el último mercado de pases a Huracán.

En la zaga central está Nestor Fabbri. El defensor nació futbolísticamente en All Boys y, a pocos años de su debut en Primera, fue contratado por Racing. En la Academia jugó seis años, donde fue pieza fundamental del equipo que se consagró campeón de la Supercopa 1988. Justamente fue Fabbri quien con un cabezazo empató el partido de vuelta de las semifinales de aquel certamen contra River en el Estadio Monumental y selló el pase de la Acadé a la final. Tras un breve paso por el fútbol colombiano y por Lanús, la Tota se fue a jugar a Boca, donde estuvo cuatro años en un nivel parejo.

Para acompañar a la Tota lo tenemos a Matías Cahais, central que se formó en las inferiores de Boca. En el Xeneize jugó un par de años en Primera, sin poder afirmarse, y aún se lo recuerda por quedar pagando en el gol de Pavone en la final contra Estudiantes. Tras un efímero paso por el fútbol holandés y por el Lobo jujeño, Cahais llegó a Racing de la mano de Caruso y permaneció en Avellaneda casi por cinco años. Seguramente el hincha se seguirá acordando de él por el gol de cabeza que le hizo a River en el 2012 para ganar 1 a 0 en Nuñez.

Como lateral por izquierda aparece el Colorado Carlos Mac Allister. El defensor nacido en Pergamino debutó y se consolidó en Primera en Argentinos Juniors. En 1992 fue contratado por Boca y allí fue campeón en el equipo de Oscar Washington Tabárez. A mediados de 1996 cruzó el puente Pueyrredón para venir a la Academia, donde integró el equipo que al año siguiente se metería en semifinales de Copa Libertadores. Se marchó de Racing dos años después para finalizar su carrera en Ferro. Hoy se dedica a la política y tiene a todos sus hijos jugando en el Bicho de La Paternal.

Como volante por derecha surge Gustavo Barros Schelotto. El Mellizo, formado junto a su hermano Guillermo en las inferiores del Lobo, debutó en Primera en 1992. A mediados de 1997 se fue a  Boca, en el equipo multicampeón de Carlos Bianchi. Luego de un paso por el Villarreal de España, recaló en Racing a mediados de 2001 de la mano de Mostaza Merlo y fue pieza fundamental del equipo campeón de 2001. Aportó experiencia, equilibrio y hasta convirtió el gol del triunfo contra Huracán, en Parque Patricios (1 a 0).

Como volante central llega Javier Villarreal. El cordobés formado en la cantera de la T resultó pieza importante en Boca, tal es así que fue titular (incluso hasta pateó un penal) en la final de la Copa Intercontinental contra el Milán de Italia. Al poco tiempo de aquel logro llegó al Racing dirigido por Fernando Quiroz, no tuvo continuidad y se marchó sin pena ni gloria al año siguiente.

Un volante con aroma a delantero, o a la inversa, es Lucas Castromán. Debutó en Vélez jugando justamente contra Racing (Clausura 1998). Después de un buen paso por el fútbol europeo, regresó a Liniers, donde ya jugando como delantero fue pieza clave para salir campeón. Tras un paso por el fútbol azteca, lo contrató Boca, en donde jugó poco y nada y se vino a Racing. Nunca pudo demostrar el potencial desplegado en sus inicios, pero al menos pudo convertir en un clásico ganado contra Boca que finalizó 3 a 0 (los restantes goles, de Zuculini y del Mágico Grazzini).

Arriba, de delantero, mandamos a la cancha a una gloria como Juan José Pizzuti. Tito, campeón de todo como entrenador de la Academia, surgió como futbolista en Banfield. Trass destacarse como un excelente atacante, vistió la camiseta de sus amores, la de Racing. Se consagró campeón como jugador en los títulos obtenidos con el club en los años 1958 y 1961. Luego pasó a jugar al Xeneize, donde consiguió el campeonato de 1962. Un par de años después comenzaría su exitosísima carrera como DT, que alcanzaría su pico máximo con la obtención de la Copa Intercontinental en el año 1967, el famoso equipo de José.

Como punta no podemos dejar de mencionar a Marcelo Delgado. El Chelo, quien se inició como futbolista profesional en Rosario Central y luego paso por el fútbol mexicano, llegó a Racing de manera silenciosa a mediados de 1995, de la mano del entrenador Pedro Marchetta. La rompió toda en la Academia, manteniendo un nivel altísimo que le permitió ser convocado al Seleccionado Nacional para integrar el plantel que viajó a Francia a jugar el Mundial 1998. Convirtió un sinfín de goles en la Acadé, varios de ellos en clásicos importantes, y fue figura en aquel equipo subcampeón del Apertura 1995 y en el que terminó tercero, en 1998. A principios del año 2000 emigró a Boca, lo que nunca terminó de gustarle al público racinguista. En el Xeneize fue campeón de todo.

Como tercer atacante elegimos nada más y nada menos que a Mario Boyé, uno de los pocos casos de jugadores que, luego de haber surgido en Boca (donde ganó varios títulos), triunfaron en Racing. Este potente delantero fue campeón con la Academia en los torneos de 1950 y 1951, deslumbrando a propios y extraños con sus fortísimos disparos para definir a la red.

En el banco lo podemos poner al Coco Basile, quien fue el entrenador que devolvió a Racing a la Primera División en 1985 y lo sacó campeón de la Supercopa en 1988. En Boca también le fue bien: ganó un par de títulos locales e internacionales.

En limpio, la alineación sería: Pablo Migliore; Pablo Álvarez, Nestor Fabbri, Matías Cahais, Carlos Mac Allister; Gustavo Barros Schelotto, Javier Villarreal, Lucas Castromán; Juan Jose Pizzuti, Marcelo Delgado y Mario Boyé. En el banco esperan Agustín Orión, Marco Torsiglieri, Diego Crosa, Emanuel Insúa, Marcelo Meli, Julio Marchant, Carlos Marinelli, Diego Latorre, Ricardo Noir y Alfredo Moreno. DT: Alfio Basile.

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2 comentarios en “Los que cruzaron el puente”

  1. Falta en el equipo Corbatta; si bien jugó poco en Boca tengo entendido su pase fue importante.

    Y lo hubiese puesto a Gerardo Bedoya en lugar del Colorado ahora funcionario del gobierno.

    Un abrazo muy buena la página. Vamos Racing gran victoria hoy.

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