"Yo me animé a lo que no hizo Blanco"

Mariano es Mariano Blanco y nada tiene que ver con el hombre que gobierna a Racing. Los une el apellido y el amor por los mismos colores, aunque no hay lazo familiar alguno que los relacione. Mariano no conduce los destinos de la institución, no tiene la posibilidad de ir a un palco cerrado cada fin de semana ni de elegir refuerzos en cada mercado de pases. Tampoco es un empresario millonario. Pero desde hace unos pocos días, se siente el hombre más rico del mundo después de, al fin, poder ver esas siete letras estampadas en el DNI de su pequeña hija. Por iniciativa suya, le puso de nombre Celeste, algo a lo que Víctor Blanco no se animó a hacer con Bárbara, Meliza, Mercedes y Alejandra, sus “nenas”. Pero así como el mandamás del club debió trabajar mucho para convencer a su esposa de que aprobara su presentación en las elecciones del 10 de diciembre, este flamante padre hizo el mismo laburo fino con su mujer para llegar a su cometido. Alguna vez, Bárbara admitió que "mi papá le erró en no ponerme Celeste". Alguien un día lo hizo.

-¿Cuando se te ocurrió la idea?
-La verdad, exactamente no sé. Soy una persona a la que le encanta el fútbol y, como todo hincha de Racing, un fanático que siempre piensa en Racing. La idea la tuve siempre en la cabeza, incluso, antes de empezar a buscar un hijo.

-¿Cuanto te costó convencer a tu mujer?
-Ufff, ¡fue una tarea de años! No me bancaban mi hermana ni mi viejo, que son fanáticos como yo... Tuve que remarla solo, ja. Pero como te comentaba antes, por tantos años que trabajé la idea, gané por cansancio. Fue heroico.

-¿Cómo reacciono tu mujer en la primera propuesta y cómo fue que se rindió?
-Al principio pensó que yo iba a aflojar, por eso no me decía nada. Cuando supimos que era una nena, nos sentamos a hablar “seriamente” del tema. Me preguntó: "¿De verdad querés ese nombre?". Nunca dudé: “Sí”, le dije. Su respuesta fue muy linda: "Durante tantos años dijiste que se llamaría Celeste. Y lo hacías con tanto convencimiento que ahora no puedo imaginarla con otro nombre".

-¿Y si nacía varón?
-Sinceramente, siempre estuve seguro de que tendría una nena, ni pensaba la posibilidad de que fuera varón. Como a todo hombre, me gustaba más la idea de un varón. Por eso estaba seguro de que saldría mujer... Si hubiera sido nene, me gustaba el nombre de Lisandro, je.

-¿La hiciste socia ya?
-Sí, de por vida. Es más, mi esposa se agarra la cabeza cada vez que voy a Locademia. Me prohibió seguir comprando cosas de Racing porque dice que no es ropa de nena. Todo lo que existe de bebe ya lo tiene.

-¿Tu esposa qué nombre quería ponerle?
-Pobre, tenía un montón de opciones porque, al principio, Celeste no le cerraba. A ella le gustaba Francisca. Lindo nombre, pero ¡Celeste Blanco es hermoso!

-¿Te preguntan mucho si sos pariente de Víctor Blanco?
-La verdad que sí… Sobre todo al principio, cuando Blanco asumió. En ese momento no era un personaje tan público como ahora, con cargo en AFA y su gestión en Racing. Ahí me preguntaban bastante. La foto de campaña con el slogan “con Blanco Racing gana” me llegaba todos los días, ja.

-¿Qué dijeron sus amigos cuando les contaste la idea?
-Me volvieron loco. Mi grupo de amigos no es muy futbolero, son más del hockey… Es más, el padrino de mi hija es Pedro Ibarra, capitán de los Leones e hincha de Tigre. Imaginate que fue tema de conversación de todos, hasta los padres y hermanos de ellos me querían convencer de que cambiara. Sólo dos, Roger y Nico, me bancaron siempre. Ellos eran mi caballito de batalla en las reuniones.

-¿Ya te imaginás con la nena en la cancha?
-Por supuesto. Con mi viejo, mi hermana y un amigo vamos siempre, tenemos abono desde hace años y rara vez no vamos de local a los partidos. Es una linda costumbre que tenemos y disfrutamos mucho, confió en que ella la va a compartir.

-¿Te sorprendió que Blanco no le haya puesto Celeste a ninguna de sus hijas?
-Un poco sí, más con lo fanáticas que son ellas. Alguna vez mi mamá se encontró a Bárbara y le contó la idea que tenía yo. Ella le dijo que le hubiera gustado el nombre Celeste Blanco. Yo me animé a lo que no hizo Blanco.

-¿Llevás adelante alguna misión para inculcarle tu pasión por Racing a alguien?
-Como le comente antes, el padrino de mi hija es Pedro Ibarra, a su vez soy el padrino del hijo de él, que se llama Santos. Como corresponde y debe hacer un buen padrino, estoy haciendo todo lo posible para que sea de Racing y no de Tigre. Desde que nació le regalo todos los artículos posibles de Racing: desde cadenitas hasta camisetas, pantalones... Incluso, caramelos y guantes de arquero. Lo mismo hago con Felipe, el hijo de otro amigo. Ser hincha de Racing es un muy lindo sentimiento que sólo nosotros, los de Racing, compartimos y entendemos. Felipe ya le está empezando a tomar el gustito.

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