Racing quiere recuperar un aspecto positivo...

No son muchas las cosas positivas de Racing en este 2021. Mucho más en la segunda parte del año. Cuando se pensaba que lo peor ya había pasado, que el primer semestre de la mano de Juan Antonio Pizzi había sido el fondo del mar que casi nos deja sin oxígeno, se escarbó y nos hundimos unos metros más. Porque la segunda parte del año de la Academia es peor que la primera. Desde los resultados y también el rendimiento. Se fue Pizzi y la cuestión sigue empeorando pese a que Claudio Úbeda tomó el mando.

Sin embargo, en medio de tantas malas, había un aspecto importante y positivo que tenía el equipo. Algo que al menos generaba una mínima luz de esperanza. ¿De que hablamos? De los goles en contra que había recibido el equipo. Hasta el encuentro contra Banfield, había recibido apenas un tanto en contra (ante Independiente) por el torneo local. Incluso con el Sifón al mando, no sabía lo que era que le convirtieran goles.

Está claro, el equipo no generaba y no jugaba a nada, pero al menos no perdía. Un aspecto que había consolidado Pizzi y al que Úbeda le dio continuidad. Pero luego del partido ante el Taladro, en busca de más agresividad en ataque, se modificó el esquema. Pasó de un 4-2-3-1 al 4-1-3-2, aunque no se implementó bien y llegaron los goles en contra. Fueron ocho goles en cuatro partidos. Demasiados para un equipo que había recibido sólo uno en 10 fechas....

Desde que volvió de Chile, Arias recibió siempre goles en Racing

Ya no parece casualidad. Cada vez que Gabriel Arias regresa de jugar con su selección, no le va bien en la Academia. Una costumbre difícil de explicar. Pero los números eso marcan. Y esta vez no fue la excepción. Gabi, figura de Racing y referente, no atajó ante Banfield porque había viajado con Chile. Su lugar lo ocupó Chila Gómez. Sin embargo, la fecha siguiente regresó y, como es lógico, se puso el buzo titular.

Pero los números no lo acompañaron. Ante San Lorenzo, en el primer partido post Eliminatorias Sudamericanas, recibió un gol. Luego fueron dos ante Talleres, tres ante Godoy Cruz por Copa Argentina y dos contra Argentinos en la última fecha. Una seguidilla tremenda y que ni el arquero de la Academia, de los mejores del continente, se esperaba.

Está claro que de esos ocho goles cuesta encontrarle responsabilidad a Arias. Siempre salvador, en esta oportunidad no pudo hacer demasiado para sostener el arco. Ante San Lorenzo fue un bombazo tremendo, y lo mismo ocurrió ante Talleres. En el primer gol ante Godoy Cruz el rival la empujó solo a unos metros de la línea. Quizá en el segundo, y pese al grosero errores defensivo, quedó la sensación de que al ser un remate débil, la podría haber manoteado. En el tercero, otro bombazo que lo dejó sin chances.

Ante Argentinos se dio algo similar. En el primer gol, después de otro imperdonable error de Mauricio Martínez, le metieron un fierrazo arriba, al primer palo. No hay responsabilidad, pero la pelota ingresa por donde el estaba parado. En el último gol del Bicho nada pudo hacer ante un cabezazo muy fuerte. Sí es cierto que más allá de los goles se lo notó algo inseguro con los centros. Esta noche, con la gente y ante Estudiantes, busca recuperar la confianza y, más que nada, sostener el arco en cero.