Sergio Zanetti: "El apagón en cancha del Rojo fue adrede"

Desde Italia, donde es técnico en las Inferiores de Pro Vercelli de la Serie B, nos atiende Sergio Zanetti, aquel lateral que jugó siete temporadas en Racing y fue uno de los referentes en una época muy delicada de la institución. Su recuerdo de los grandes planteles que integró, el cariño incondicional de la gente,  las crisis institucionales de esa época, las comparaciones con su hermano Javier, su condición de hincha de la Academia y  mucho más. Metete en esta entrevista que RDA le hizo a la medida del hincha de Racing para conocer a fondo a este ex futbolista.

Sergio Zanetti en Pro Vercelli, de Italia.
Zanetti trabaja en las Inferiores de Pro Vercelli, de Serie B.

-¿Cuándo arrancó tu amor por el fútbol?

-Muy de chico ya me encantaba el fútbol. Ya a los 11 años me convocaron a un selectivo argentino que fue a jugar un Mundial en Ecuador. Era de jugar mucho fútbol , ahí me destacaba bastante. Nací en Dock Sud, en una familia siempre fue muy futbolera. De hecho, mi viejo tenía una canchita de papi fútbol, donde mi hermano y yo nos divertíamos mucho. Salíamos del colegio y nos íbamos para la canchita. El tema es que a los 14 años mis viejos querían que siguiera con los estudios y que también laburara porque la situación se había puesto difícil. Conseguí un trabajo en el correo de Monte Chingolo y todos los días caminaba una banda de kilómetros repartiendo sobres.

-¿Cómo pasaste de cartero a futbolista profesional?

-Habrán sido dos años que trabajaba a la mañana y a la tarde. Después aprovechaba bastante para salir de parranda,  para qué mentirte. Hasta que llegó un día que me anote en un torneo de papi fútbol y compartí equipo con un jugador de la Primera de Talleres de Remedio de Escalada que me propuso que me fuera a probar al club. Fui sin dudarlo, creo que empecé en la Quinta División y a los pocos meses ya me estaba entrenando con la Reserva. Lo magnífico que me sucedió fue que me ofrecieron el mismo sueldo que yo ganaba en el correo, pero que iba a disponer de todo mi tiempo para jugar al fútbol y entrenarme. Así comenzó mi carrera, debutando en Primera C con Talleres de Remedios de Escalada y logrando, en poco tiempo, dos ascensos con el club. De ahí me contrataron de Deportivo Español,  equipo en el que estuve siete años y donde estaba todo muy organizado. El primer técnico que tuve y me enseñó un montón fue Carlos Aimar. Ahí compartí equipo casi siete años con una formación que casi salía de memoria; Catalano, Batista, Meske, Peralta, Agoglia, Correa, Caviglia y varios mas..

-¿Cómo se dio tu llegada a Racing?

-Después de jugar varias temporadas en buen nivel en Español, me llamaron de Racing. Justo estaba llegando Pedro Marchetta. Fue a mediados de 1995. También llegaban una infinidad de jugadores como el Mago Capria, Delgado, Pompei, Carrario, Chacoma. Y ya había grandes jugadores como el Piojo López, Quiroz, Gustavo Costas... Para mí fue un orgullo enorme porque desde chico siempre fui hincha de Racing. El haber nacido cerquita de la cancha hizo que me encantara el equipo. Mi hermano Javier era del Rojo y yo de la Academia. Desde el primer día que llegué a Racing sentí el afecto y la pasión de la gente. Eso es algo impagable para un jugador.

-Justamente aquél equipo que integraste en el 1995 jugaba muy bien al fútbol y se dio el gusto de ganarle a Boca 6 a 4 en la Bombonera, cuando asumió Mauricio Macri como presidente Xeneize. ¿ Qué recordás?

-Lógicamente, son esos partidos que nunca te vas a olvidar. Les dimos un baile bárbaro y teníamos jugadores como el Mago, el Piojo y el Chelo en un nivel altísimo. También me lo acuerdo muy bien porque me terminaron echando por una patada terrible que le pegué a Larry Saldaña, ja. Ese torneo se nos fue por poquito y terminamos jugando muy bien. De ese campeonato también fue muy lindo cómo le empatamos a Independiente sobre la hora luego de ir perdiendo 2 a 0, con el zapatazo de tres dedos Delgado.

-También estuviste en el domingo del apagón en la Doble Visera, en el 98...

-Ja, sí. Sé de muy buena fuente que los hinchas de ellos tiraron agua para que se apagaran las luces y evitar lo que podría haber sido una goleada histórica. Fue adrede. Si bien cuando se reanudó lo ganamos igual, creo que si no se cortaba la luz podíamos meter cualquier cantidad de goles. Matute, Latorre y el Chelo estaban haciendo estragos cada vez que cruzaban la mitad de la cancha.

-Jugaste en grandes planteles en el Apertura 95, Copa Libertadores 97, Apertura 98. ¿Qué jugador fue el que más te vislumbró desde adentro de la cancha?

-No quisiera ser injusto porque tuve grandísimos jugadores como compañeros en esos buenos equipos, pero me quedo con el Mago Capria. Tenía una clase descomunal. Si bien de arranque le costó demostrar el potencial, después mostró una pegada y una categoría que yo vi pocas veces adentro de una cancha. Otro fuera de serie era el Chelo Delgado, que siempre aparecía en los partidos importantes.

-También fuiste compañero de Diego Milito en sus inicios. ¿Te daba la sensación de que podía hacer la gran carrera que hizo?

-Sí. En los entrenamientos ya te dabas cuenta de que Diego tenía muchísimas virtudes. Y lo maravilloso que tiene es que mantuvo la humildad todo el tiempo. He tenido mucho trato con él por mi hermano Pupi y cada vez que lo veía me parecía que me encontraba con aquel flaco que se entrenaba con todo para ganarse un lugar en la lista de concentrados.

-Si tuvieras que elegir uno de los técnicos que te dirigió en Racing; Marchetta, Brindisi, Basile, Costas-Maschio, Babington y Cappa. ¿Con cuál te quedás?

-Si bien siempre tuve buena relación con todos y aprendí mucho de cada uno, destaco lo hecho por Angel Cappa. Por sus ideas y por lo bien que hacía jugar a aquel equipo. Era muy simple con sus indicaciones y le daba muchas libertades a los que sabían con la pelota. Costas también: un tipo bárbaro. Luego de haber sido compañeros, cuando me dirigió me sentí muy cómodo. Coco Basile también, un tipo fronta. Aunque con él la mayor parte del tiempo fue suplente, siempre me dijo la verdad.

-Pese a jugar como lateral izquierdo, convertiste algunos goles con la camiseta de la Academia.

-Le hice un golazo a Lanús desde lejos, en cancha de ellos. Le metí uno a Unión en Santa Fe y otro a Huracán, en el Cilindro.

-¿Cuál fue tu mejor partido con Racing?

-El clásico que le ganamos al Rojo en la Doble Visera 3 a 1. Por todo lo que nos jugábamos y también por todo lo que pude pasar al ataque en aquel partido. Los clásicos contra el Rojo, Boca y River eran muy especiales. Lo vivíamos de manera muy intensa.

-¿Qué hay de cierto de que había una bandera en el Cilindro con tu apellido?

-Ja, es cierto. Me la había hecho un fanático de Racing, que ahora vive en Miami. La bandera tenía la inscripción “Zanetti por siempre” y yo la veía colgada en la cancha. Me encantaba. Este hincha aún me sigue llamando para cada cumpleaños.

-¿Qué le faltó al equipo que llegó a semifinales de Libertadores en el 97 para poder ganar aquella Copa?

-En esa Copa, si bien el titular era Mac Allister, estábamos nosotros y la gente muy entusiasmados. Considero que si bien había un gran grupo en ese equipo, nos faltó un poco más de experiencia para manejar aquella serie contra los peruanos. Me acuerdo de que esa noche el Cilindro explotó.

-¿Cómo tomaste ser suplente en aquel certamen con lo que vos ya venías demostrando en el primer equipo?

-Me lo tuve que tomar con tranquilidad porque uno siempre tiene que empujar para el bien del grupo. A pesar de que muchos compañeros me decían que era injusto, siempre tiré para adelante. En el fútbol las decisiones siempre las tomaron los técnicos y en ese entonces el Coco eligió eso. Era tanto mi deseo de mostrarme que hasta pedí jugar en Reserva varios partidos para mostrar que estaba en buen nivel.

-¿Cómo se llevaban y se digerían los problemas dirigenciales que azotaron a Racing en muchos de los años en los cuales vos estuviste?

-Va a parecer una frase hecha, pero lo más sano, aunque fuera difícil, era mantenerse al margen. Nosotros teníamos un compromiso muy fuerte con la gente, que siempre nos alentaba. No podíamos fallarle, no íbamos a darnos el lujo de no entrenarnos porque no queríamos quedar en desventaja de condiciones con ningún otro equipo. Se atravesaba haciéndonos fuertes entre el grupo y poniendo no sólo la cara, sino las piernas para defender a Racing. No nos gustaba poner excusas, ni que no nos pagaran hace meses, ni el tema de la quiebra... Noosotros entrenábamos a fondo, siempre.

-¿Qué fue lo más extraño que te paso siendo jugador de Racing?

-En realidad, lo más extraño también fue lo más lindo: cuando se había decretado la quiebra que no permitió que el equipo jugara un domingo contra Tallares. Sin embargo, la gente fue a colmar el Cilindro para pedir que el club no cerrara (NdeR: el 7 de marzo se cumplieron 19 años y, desde entonces, en esa fecha se celebra el Día del Hincha de Racing). No lo dudamos y fuimos también nosotros a ver un espectáculo único de la gente de Racing. Esa época fue angustiante para todos, era rarísimo ir a entrenarnos sin saber si íbamos a jugar o no el fin de semana. No sabíamos que iba a ser del club en el futuro inmediato del club.

-¿Cómo se produjo tu salida del club?

-Me quedé hasta mediados de 2001. Y si bien es cierto que con el comienzo de Blanquiceleste muchas cosas iban mejorando en la institución, yo no la pasé del todo bien en ese semestre porque yo sabía que a mitad de año me iba a tener que ir. Me pusieron a jugar como zaguero central, siendo mi puesto el de lateral por izquierda. Yo siempre accedí por el amor a la camiseta. Si era en otro club no hubiese aceptado jugar en un lugar donde yo sabía que no iba a rendir de la mejor manera.

-Luego de Racing te fuiste a Europa. ¿Cómo fue esa experiencia?

-Estuve un par de temporadas en el fútbol italiano, después pasé al fútbol suizo. Y cuándo me habían ofrecido un año más de contrato, la cabeza me dijo que era el momento de parar y cerrar una etapa maravillosa para que, de a poco, empezara otra: la de entrenar equipos.

-¿Cómo fue el traspaso de jugador a entrenador?

-Ni bien dejé de jugar comencé a mentalizarme para hacer todos los cursos habidos y por haber para ser entrenador de fútbol. Busqué capacitarme por varios lados y ganarme mi propio lugar tratando de demostrar mis condiciones, más allá del peso propio que tiene el hecho de que a Javier lo conozcan por todos lados.

-¿Cómo tomabas las comparaciones con tu hermano?

-Siempre la llevé muy bien porque siempre me sentí muy orgulloso de la carrera de Javier. Sé todo lo que la peleó para poder ser futbolista profesional. A él lo dejaron libre de Independiente, tenía que hacer un tratamiento de hormonas para crecer y hasta había pensado en largar todo. Le recomendé con un técnico en Talleres Remedios de Escalada y, ni bien le dieron la chance, demostró todo su talento. Yo le llevo seis años de diferencia, hemos jugado un par de partidos en contra en Español vs Banfield y después, en 1995, se fue a jugar afuera. El jugaba por derecha , siendo diestro. Y yo, zurdo, por la otra banda, así que zafe bastante de las comparaciones, ja.

-¿Cómo viene tu carrera de entrenador?

-Hace varios años que vengo dirigiendo juveniles de distintos equipos en Italia. Estuve en Chievo Verona, en Inter con grandes resultados en lo que acá se conoce como Primavera (que sería algo así como la Reserva), y ahora estoy dirigiendo jóvenes Sub-16 en Pro Vercelli, un equipo de una división que sería de la segunda división de Italia, a 150 km de donde vivimos con mi señora y nuestros dos hijos.

-¿Se puede venir una dupla entre los hermanos Zanetti?

-Ja, con mi hermano no creo, a él no le gusta dirigir. Se siente más a gusto como directivo y, aparte, le tiran los colores contrarios a los míos. Con el que me encantaría formar dupla técnica es con el Sifón Úbeda, un gran amigo y compañero que me dio el fútbol.

-¿Desde tu óptica de técnico, que evaluación haces del arranque que ha tenido el Racing del Chacho Coudet?

-Me gusta mucho la idea, la intensidad que propone y el modo en el cual le responde el equipo. Además, Racing tiene individualidades interesantísimas que en cualquier momento aparecen y te cambian un partido. Racing no es para cualquiera, pero creo que el Chacho tiene una personalidad justa para hacerse cargo y llevarlo por gran camino. El objetivo es la Copa Libertadores. Y más allá de que va a ser muy difícil, yo lo veo a Racing muy bien parado, con un mix justo entre experiencia y juventud.

-Fuiste compañero de Diego Cocca en Español y tuviste al Chacho como rival. Un técnico que le dio muchas alegrías a Racing y otro que va por muy buen camino. ¿Que nos podes decir?

-Que ya se veía en el campo de juego que eran tipos muy leales y comprometidos ambos. Con Diego compartíamos el sector izquierdo de la defensa, y con el Chacho nos cruzábamos en el mismo andarivel. Con ambos tengo muy buena onda. Como hincha de Racing le estoy agradecido a Cocca por el trabajo que hizo y al Chacho le deseo lo mejor en este gran desafío.

-¿Te gustaría trabajar en las Inferiores de Racing en un futuro?

-De acuerdo con lo que me cuentan, el club está pasando un muy buen momento en lo institucional, se viene trabajando muy bien en Inferiores y no exagero si digo que sólo volvería al país para trabajar en Racing. Sería un sueño para mí.

 

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3 comentarios en “Sergio Zanetti: "El apagón en cancha del Rojo fue adrede"”

  1. Crack el zurdo!!! Compañero de primaria y en Talleres!!! Un pibe bárbaro... Ojalá le llegue un abrazo de mi parte. Carlos Gómez

  2. Que grande "el Zanetti de Racing"!, de chico lo tenía allá arriba!... y ahora me sorprendo leyendo que es hincha del club, que vuelva cuando quiera. Muy buena nota!

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